A mi marido lo conocí en una verbena del pueblo. Se enamoró al verme porque llevaba una blusa caladita y él se fijó en los caladitos. Mi marido me preguntó que si quería salir con él y yo le dije que sí. Se puso muy contento. Yo tenía 17 años, mi marido esquilaba borregos; se le daba muy bien. Mi marido cantaba muy bien, éramos muy felices y me decía cosas muy bonitas que yo me las creía. Tuve tres hijas: María del Carmen, Antonia y María del Prado. Ahora llevamos 46 años de casados. Tengo cuatro nietos que me tienen loca. Soy muy feliz.
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