En la casa que yo vivía del pueblo en que nací había mucha agua y había un lavadero de piedra. Tenía un grifo grueso que estaba todo el día y toda la noche cayendo agua y allí lavaban las mujeres la ropa y después la tendían en el patio que allí estaban los tendederos. Detrás del lavadero había un baño que era como una comuna de las que habían aquí en Barcelona, el que quería iba allí y si no en su casa. Bueno aquí en Barcelona a pesar de que hay poca agua tenemos de todo de momento. Tenemos baño con bañera y ducha, bidé y lavabo, también la lavadora y fregadero y todavía no estamos contentos. Así es que lo que hay que hacer es ahorrar agua, que pronto nos tendremos que ir al Pirineo a beber agua.
domingo, 13 de abril de 2008
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