domingo, 1 de junio de 2008

JOSEFA: EL FIN DE CURSO


Ya acaba el curso, ha pasado muy rápido. Estoy muy contenta de lo que he aprendido con los profesores y compañeros. Este año me ha salido todo bien, he tenido un nieto precioso y estoy muy contenta con él. Ya tiene cinco meses, mi hija me lo trae cada día y yo muy contenta.

MERCEDES: EL FIN DE CURSO


He llegado al final de curso sin enterarme de nada. Para mí es señal de que he aprovechado mucho el tiempo, he mejorado en escritura y sobretodo en català. Estoy muy contenta de venir al colegio y sobre todo de los compañeros y los profesores. Gracias.

GREGORIO: EL FIN DE CURSO


Ya estamos terminando el curso y me va bastante bien, pero me tengo que esforzar un poco más.
El curso que viene pienso que me irá mejor, aunque no me puedo quejar porque tengo buenos profesores.

jueves, 15 de mayo de 2008

SANTI: ¡HEMOS GANADO EL SEGUNDO PREMIO!

Bueno, hemos ganado el segundo premio de nuestra categoría, no está nada mal. Enhorabuena a todos los que habéis participado. También enhorabuena a Llapis de colors por haber ganado el primer premio y al resto de ganadores en las diferentes categorías.Editar entradas

miércoles, 14 de mayo de 2008

SANTI: FINALISTAS EDUBLOGS 08

Mañana día 15 de mayo se publicarán los resultados del Premio Edublogs 08. Como ya sabéis hemos quedado finalistas. Participamos dentro de la categoría Blogs de Aula Formación de Personas Adultas. Enhorabuena a todos los que estáis participando y a Montse por su ayuda. Nuestros compañeros de Mataró de la Escola d'Adults Els Tarongers también han quedado finalistas con los blogs LA CARPETA WEB y LLAPIS DE COLORS. Pues como se dice en estos casos: ¡Que gane el mejor!

domingo, 4 de mayo de 2008

EZEQUIELA: PERIPECIAS DE LA VIDA


De niña me hubiera gustado ir al colegio para aprender un oficio pero no pudo ser porque en casa éramos muchos hermanos y sólo iban los varones a clases nocturnas. Hasta los 18 la vida me iba muy despacio pero a partir de los 18 la vida me corre que no me doy cuenta. Muchas peripecias me ha tocado vivir, a pesar de todo sigo luchando y seguiré luchando hasta que tenga fuerza.

FRANCISCO: LA VIDA DESPUÉS DE LA JUBILACIÓN


¿Cómo paso mi vida ahora después de la jubilación? Pues a veces muy agitada, a veces muy aburrida y otras veces se me va el día que ni me doy cuenta. Bueno por la mañana me voy a la piscina a las siete y salgo a las diez. Me voy a casa, almuerzo y limpio los canarios y los gusanos de seda, tengo por lo menos quinientos, y cuando puedo voy a buscar morera para que coman.
Bueno también cuando podemos vamos los sábados o los domingos de excursión con amigos a los pueblos de la playa.

JOSEFINA: LA VIDA QUE YO PENSABA


Cuando era joven pensé que mi vida iba ser diferente, pero cuando fui mayor cambió mucho. En mi familia había una persona que era imposible. Después me casé, después nació mi hija y me cambió la vida. Mi marido se iba a trabajar, yo me quedaba en casa, sacaba a mi hija a tomar el sol y a comprar y así pasaba la vida. Los domingos nos íbamos a tomar el sol y también nos íbamos a la playa y los veranos íbamos de vacaciones. Ahora que tengo más tiempo voy por la mañana a la piscina y por la arde vengo al colegio a aprender un poco más ya que de pequeña no pude ir.

JOSEFA: UN NIETO TE CAMBIA LA VIDA


La vida es un rollo, cada día la misma faena. Cuando eres joven trabajas, no te cansas, lo vives todo con ilusión. Por suerte, desde que tengo a mi nieto me ha cambiado la vida, estoy toda la mañana con él, me encuentro orgullosa de él, cuando lo veo chilla que parece que quiere hablar y cuando está dormido está tan bonito. El día 12 de mayo hace los cinco meses.

ENCARNA: ASÍ ES LA VIDA


Por desgracia me quedé sola. Yo pensé que no lo iba a superar nunca. Cada día mi vida es una lucha. Sin embargo, hoy mismo mi hija me ha regalado una planta por el día de la madre que es el domingo. Yo estoy deseando de que llegue el sábado porque es el día que me traen a mi nieto que el muy pequeñito entero está para comérselo. Mi hijo esta muy pendiente de mí, no puedo ni tocarme la cabeza, enseguida piensa que me pasa algo.

GREGORIO: ¡CÓMO PASA LA VIDA!


¡Cómo pasa la vida! En el pasado el tiempo iba despacio, ahora pasa muy rápido. Me gustaría que no pasara tan rápido porque tengo muchas cosas que aprender y no me dará tiempo, pero tengo la ilusión de venir a la escuela: primero porque tengo unos compañeros estupendos; segundo que aprendo cada día cosas nuevas y para mí es un gran alegría siempre es poco lo que uno sabe.

MERCEDES. ¡CÓMO PASA LA VIDA!


¡Cómo pasa la vida! En mi opinión pasa muy de prisa. Tengo todo el tiempo para venir al colegio para aprender pues en su momento no pude hacerlo. Vivo muy feliz, mi hijo el más pequeño hoy ha cumplido cuarenta y ocho años. Tengo cuatro nietos guapísimos sobre todo la pequeña, la que esta conmigo siempre. He hecho cosas que no tenía que haber hecho como trabajar de paleta. Mi oficio era modista la mano la tenía como un hombre, después trabajé en el plástico, después de ama de casa. Un día me caí por un barranco de nerviosa que iba. Ahora estoy por mis estudios con mis compañeros de colegio, parece que he nacido de nuevo.

martes, 15 de abril de 2008

FRANCISCO: TROPIEZO CON UN CATALÁN


Mi primer tropiezo con un catalán fue allá por el año 56. Yendo yo en el metro había un señor que quería bajar y no podía porque estaba la puerta llena de gente, yo entre ellos. Al buen señor no se le ocurrió nada más que decirme al salir la palabra típica que siempre decían: “Estos charnegos”. A mí me cayó como un tiro, pero allí se bajó el buen señor, si no con veintiún años que yo tenía, pues la verdad es que lo habríamos arreglado. Así es que me tuve que aguantar y hasta la próxima.

JOSEFA: ROBO EN EL AUTOBÚS


Venía de trabajar y me quitaron el monedero en el autobús. Venía mucha gente y cuando llegué a mi casa me di cuenta de que no lo tenía. La rabia que me dio. A la semana siguiente iba a hacerme el carnet cuando llegó a mi casa un señor muy amable y me trajo el monedero, me dijo que se lo había encontrado en una papelera.

ENCARNA: YO LLEGUÉ A BARCELONA EN BARCO


Yo llegué a Barcelona en barco. Tenía once años, venía con mi hermana la mayor y mis cuatro hermanos pequeños. Mi hermana tenía dos niñas pequeñas. Viajábamos en un barco que se llamaba María R.. De Dalias (Almería) hasta Barcelona cinco días de viaje. Paraba en todas las capitales. La gente subía y bajaba, cargaban combustible, fue un viaje interminable. Además nos cogió pánico al no ver a nuestros padres en el puerto esperándonos.

GREGORIO: LLEGADA EN TREN


Cuando cogí el tren para venir a Barcelona lo pasé muy mal. Cuando pasábamos un túnel todos
cerrábamos las ventanillas porque llegábamos a Barcelona parecíamos unos carboneros: la cara, la ropa estaba negra y un olor horroroso que ni la ducha te lo quitaba.

EZEQUIELA: VIAJE EN TRANVÍA


Voy a explicar una cosa que me pasó una noche de San Juan. Hacía tres meses que era viuda. Mi hermano quería llevarse a mis padre a la plaza de España para que vieran el ambiente, pero como yo no tenía ganas de fiesta mi madre no se quería machar con ellos. Entonces me llamó mi cuñada para que fuera a su casa porque ellos no iban a salir. Cogí el tranvía, me senté, miraba por la ventanilla y al ver tanta animación me dio por llorar porque estaba muy triste. De pronto, sentí una cosa calentita por el muslo y me di cuenta de que alguien me estaba metiendo mano. Me volví y puse mi mano encima de la suya de manera que, sin darle tiempo, se vio pillado. Entonces el cobrador lo vio todo, le dijo al chófer que parara y abriera la puerta, y lo echó abajo.

JOSEFINA: EN BARCO SIN SABER NADAR


Mi primer viaje en barco mi hija tenía 10 años. Nos fuimos de vacaciones a Mallorca. Teníamos un coche, un ochocientos cincuenta, y lo embarcamos en el mismo barco que íbamos nosotros. Yo ni pensé que tenía mucho miedo al agua porque no sabía nadar. Aunque el mar estaba muy tranquilo el barco se movía mucho, el agua de la piscina también se movía mucho y de poco se queda vacía. Yo pase bastante miedo pero lo pasamos muy bien. Fuimos a ver todo lo típico de Mallorca: la fabrica de las perlas, las cuevas del Drach y muchos sitios muy bonitos. La vuelta también fue muy bonita y lo pasamos muy bien.

ANTOLINA: UN TAXISTA Y UN METRO


En aquella época estaba trabajando y salía de casa a las cinco y media. En la parada del autobús, se me acercó un taxista y me dijo “súbase, que la llevo” y a mí me sentó muy mal y le dije menos guapo de todo.
Otro día iba en metro y yo iba de negro por mi padre, se acercó un señor y me dijo que si era viuda y yo le dije que se había muerto mi padre. Me pasaban cosas, venía medio tonta.

MERCEDES: MANITAS EN EL AUTOBÚS


Una mañana y iba para trabajar y cogí el autobús. El autobús iba lleno hasta los topes, había un montón de chicos que me llevaban en volandas, los pies no los tenía en el suelo, me pisaron, empujaron y uno de ellos empezó a tocarme y le llamé la atención.

-Niño, ¿te quieres estar quieto ya?

-Señora, que yo no estoy haciendo na.

-¿Qué quieres hacer más?

Me tuve que bajar enseguida, estaba colorada como un tomate, parecía que me iba a dar un infarto. No me dio de milagro.

domingo, 13 de abril de 2008

MERCEDES: EL AGUA



En mi casa no teníamos agua ni luz. El agua había que ir a sacarla del pozo del vecino de al lado de casa. Sacaba el agua del pozo, llenabas los cántaros y los cargabas en un burro para beber y cocinar. Para el gasto de la casa teníamos un aljibe y para bañarme mi madre ponía un barreño a calentar al sol, allí bañaba a todos los hijos. Yo sé lo que es no tener agua, pasé muchos año de no tener agua.
Aquí en Barcelona nos racionan el agua porque están los pantanos bajos caudal por falta de lluvia. Vamos a los tiempos antiguos: yo en Barcelona y lavando en el río.

EZEQUIELA: EL AGUA



En mi casa para beber teníamos que ir a la fuente porque para fregar y lavar teníamos un pozo hecho por mis abuelos. Tenía mucha agua, todas las vecinas venían durante el verano e invierno a casa a buscarla era fresquita en verano y caliente en invierno. En la cocina había dos grandes tinajas brillantes, se le ponía un mantelito y encima una tapa redonda de madera. Siempre tenían que estar llenas de agua. El verano poníamos en un cubo la fruta y la bajábamos con una cuerda al pozo y allí la teníamos un par de horas, salía muy fresca.
En Barcelona si no llueve nos terminarán cortando el agua: nos interesa mirar a por ella, es un bien muy preciado.

GREGORIO: EL AGUA



En nuestra casa no había agua, tenía que ir con burro y las agüeras (cuatro cántaros) un kilómetro a por ella. En casa teníamos una pica y allí lavaba mi madre. En el 61 ya teníamos agua pero teníamos que dejar los burros a otras personas porque no tenían dinero para poner el agua dentro de casa; mi madre tuvo que pagar cinco duros por meter el agua dentro.
¡TENEMOS QUE TENER CUIDADO CON EL AGUA!

FRANCISCO: EL AGUA



En la casa que yo vivía del pueblo en que nací había mucha agua y había un lavadero de piedra. Tenía un grifo grueso que estaba todo el día y toda la noche cayendo agua y allí lavaban las mujeres la ropa y después la tendían en el patio que allí estaban los tendederos. Detrás del lavadero había un baño que era como una comuna de las que habían aquí en Barcelona, el que quería iba allí y si no en su casa. Bueno aquí en Barcelona a pesar de que hay poca agua tenemos de todo de momento. Tenemos baño con bañera y ducha, bidé y lavabo, también la lavadora y fregadero y todavía no estamos contentos. Así es que lo que hay que hacer es ahorrar agua, que pronto nos tendremos que ir al Pirineo a beber agua.

ANTOLINA: EL AGUA



Cuando era pequeña no teníamos agua en casa, teníamos que ir a por ella a la noria y estaba lejos. Teníamos que ir con dos cántaros en la cabeza, otro en la cadera y un cubo en la mano y me pillaba muy largo. Ahora, para no tener restricciones, tenemos que cuidar el agua porque no llueve la cantidad que necesitamos. Nos la cortarán si no llueve. Yo miro mucho por el agua.

JOSEFINA: EL AGUA



Cuando yo era pequeña en mi pueblo Baena (Córdoba) no teníamos agua en casa, teníamos que ir al río a llenar cántaros para lavar la ropa. Para beber íbamos a una fuente que había cerca de casa, también llenábamos cántaros para beber y cocinar. Ahora estoy viviendo en Barcelona y hasta el momento hemos tenido suficiente agua, pero como no llueve estamos con miedo. Tenemos que tener mucho cuidado con ella y a provechar toda la que se pueda porque es un bien muy preciado.

JOSEFA: EL AGUA



El agua antes estaba muy mal porque no había agua en las casa y teníamos que ir a lavar al río . Ahora todos tenemos agua en casa y no sabemos mirar por ella. Antes no teníamos ni cuarto de baño y ahora no sabemos darle la importancia que tiene. Yo cuando me ducho cojo la regadera y echo el agua fría hasta que sale la caliente el agua fría se la echo a las plantas.

ENCARNA: EL AGUA



El agua esta muy mal, si no llueve lo pasaremos fatal. No podremos ducharnos cada día, tendremos que tener mucho cuidado con la lavadora y el lavavajillas. Antes no tenía baño y ahora no voy a poder usarlo; yo no entiendo nada, vamos hacia atrás. ¡Cómo han cambiado las cosas! Cada vez estamos peor. Si no llueve lo tenemos mal.

martes, 11 de marzo de 2008

JOSEFA: LA SEMANA SANTA DE TRASMULAS


En mi pueblo la Semana Santa era muy aburrida. Sacaban al Santo Cristo en procesión, todos debíamos estar callados, unos llevaban las velas encendidas otros no llevaban nada, pasábamos por todo el pueblo. Mi abuela hacía unas torrijas que eran un postre, luego nos hacía arroz con leche, bacalao potaje de garbanzos y tortilla de espinacas, todo hecho con mucho cariño y amor.

EZEQUIELA: SEMANA SANTA EN VALDEPEÑAS


La semana santa de mi pueblo Valdepeñas empezaba el miércoles y terminaba en Domingo de Resurrección. En mi casa mi madre el miércoles por la mañana se ponía a hacer comida para los tres días porque en toda la semana en casa no se hacía nada, sólo era para ir a ver las procesiones. Como para verlas bien nos poníamos en la primera fila, había días que no teníamos tiempo ni para dormir. Pero luego mi madre nos lo hacia recuperar, lo que nos habíamos divertido en la calle nos lo hacía trabajar en casa.

ENCARNA: SEMANA SANTA


En mi pueblo la gente salía de noche porque había una procesión al Santo Cristo de la Luz que daba la vuelta al pueblo por todas las calles. Todas calladas, con velas en las manos y en silencio; yo no me acuerdo mucho pero era muy aburrido. Sólo me acuerdo de que mi madre hacía torrijas, bacalao y arroz con leche. A mí me gustaban mucho, era un postre muy bueno, se hacía con leche, arroz, azúcar y canela en polvo.

ÁNGELA: SEMANA SANTA


Cuando yo era pequeña en Barcelona iba a visitar iglesias por Semana Santa. Iba con mis padres y mis hermanos y nos lo pasábamos muy bien. El sábado de Gloria a las doce de la mañana resucitaba el Señor. Toda la gente salía a la calle a hacer ruido con ollas, tapaderas, con todo lo que quisiera.

GREGORIO: LA SEMANA SANTA DE CARRASCOSA DE HARO


La Semana Santa de mi pueblo no era nada más que ir a misa todos lo días y ver Santos. Salía la procesión y recorría todas las calles del pueblo. Cuando terminaba de recorrer el pueblo, el cura hacía la misa. Y por la tarde salía la procesión a las cinco de la tarde hasta las doce de la noche cuando el santo entraba a la iglesia la gente se bajaba a la plaza.

MERCEDES: LA SEMANA SANTA DE JEREZ DE LA FRONTERA


Recuerdo cuando era pequeña supongo que todo sigue igual, voy a explicar. Empezaban los pasos el lunes por la tarde y duraban toda la semana. El Jueves Santo todas las chicas se vestían de mantilla y nos pasábamos toda las tardes paseando mirando los pasos, después a cenar. Y el viernes salíamos de madrugada para ver el paso del Santo Entierro. Sobre las ocho de la mañana íbamos todas las amigas a comer chocolate con churros. Seguíamos paseando toda la mañana, después nos íbamos a comer y a descansar y por la tarde a salir de nuevo.

JOSEFINA: SEMANA SANTA EN BAENA


Semana Santa en Baena hace muchos años que no voy a verla pero me acuerdo que empezaba el lunes y terminaba el Sábado de Gloria. Todos los días sale una procesión a veces por la mañana y otras por la noche, es muy bonita. Hay muchos pasos y son preciosos. Delante o detrás de cada santo van tocando tambores, a unos los llaman coliblancos y a otros colinegros. Recorren todo el pueblo y creo que el Jueves Santo sacaban al Señor muerto y entonces los tambores eran enlutados, iban forrados de negro para no hacer mucho ruido porque el Señor estaba muerto.

sábado, 23 de febrero de 2008

ENCARNA: EL DÍA QUE LLEGUÉ A BARCELONA


El día que llegué a Barcelona, hacia 1940, me quedé atontada al ver tanta gente y tanto coche, la gente corría para todos los lados, yo no entendía nada de lo que pasaba para tanta prisas. Yo que venía de un pueblo tranquilo y bonito, en el que sólo había el coche del médico, carros y caballos. .

Fui a vivir a una casita del barrio antiguo de la Guineueta con mis padre y mis hermanos, no había agua corriente, teníamos un pozo que medía 25 metros de hondo con dos cubos uno subía y el otro bajaba para llenar el lavadero, ya estaba cansada antes de empezar a lavar. ¡Cuánto nos ha cambiado la vida en esta Barcelona para mejora de la mujer y de la familia!

GREGORIO: EL DÍA QUE LLEGUÉ A BARCELONA


Cuando llegué a Barcelona en 1960, ¡qué maravilloso! me recibieron mi hermana y mi cuñado y mis tres sobrinos. Al día siguiente me llevaron al trabajo me pusieron en una máquina troqueladora y estuve doce horas trabajando. A la semana siguiente estaba terminando una faena y vino uno de los dueños y me paró la máquina y me dijo: “Vente conmigo”. Y nos fuimos al Paralelo a un sastre para hacerme un traje a medida que el dueño me regaló. Una semana después fuimos a por el traje. Me quedaba estupendamente, ¡qué elegante iba aquel domingo de verano! Y fui a buscar a una amiga y nos fuimos al parque y lo pasamos muy bien.

JOSEFA: EL DÍA QUE LLEGUÉ A BARCELONA

Nos casamos el día seis de octubre de 1963 y nos vinimos aquí el día diecinueve. Llegamos en el tren, llegamos a la estación de Francia y cogimos un taxi y nos fuimos a casa de una amiga que vivía en el Prat. Estuvimos en su casa una semana y cada día veníamos a Barcelona a buscar trabajo. Encontramos un pisito en el Carmelo. Estuvimos tres meses. Mi marido trabajaba y yo también. En la casa donde yo trabajaba me dijo el jefe que tenía un despacho en la Diagonal y que nosotros lo podíamos usar como piso, y nos fuimos a vivir allí. Lo arreglé a mi manera y allí nacieron mis dos hijos, y al cabo de dieciocho años nos vinimos a vivir a Canyelles.

MERCEDES: EL DÍA QUE LLEGUÉ A BARCELONA


Llegué en un tren antiguo en mayo de 1960. Venía embarazada. Al mes de estar en Barcelona me puse de parto. Vivía en una casita en la montaña en la zona de Torre Baró, vivía con mi hermana Lola, ella tenía tres hijos y cuando me puse de parto se asustó tanto que empezó a gritar asustada. Tuve un hijo de cinco kilos. No les dio tiempo de llevarme al hospital. Gracias a una vecina y a mi hermana salió el niño fenomenal, mi marido me decía que me esperara, ¿cómo me podía esperar si enseguida el niño estaba ya en el mundo? A las nueve de la mañana, se llama Francisco.

JOSEFINA: EL DÍA QUE LLEGUÉ A BARCELONA

Salimos del pueblo en el año 1951, salimos de Baena (Córdoba) un día por la mañana, tardamos catorce horas en llegar a Barcelona porque tuvimos que hacer transbordo de tren. Era un tren de madera, los asientos también eran de madera y se podían bajar los cristales, y como en aquellos tiempos lo trenes eran de carbón cuando llegamos estábamos negros.

Nos fuimos a una barriada vieja porque allí teníamos familia hasta que mi padre compró una casa para nosotros. La casa no valía nada, parecía una barraca, nos costó mucho adaptarnos a vivir en ella, además había muchos gitanos, no eran malas personas pero nosotros no estábamos acostumbrados. Nos llevábamos bien. Cuando pasaron cuatro o cinco años nos dieron un piso en Verdun. Cuando yo tenía veinte años murió mi madre, mis hermanas ya estaban casadas y yo me quedé a vivir con mi padre. Cuando hizo dos años de la muerte de mi madre nos casamos y a los trece meses nació mi hija. Estuvimos en ese piso 35 años y después nos compramos otro en el Paseo Valldaura.